Creciendo fuerte

La verdad que me divertia mucho con Elvira y Alberto,siempre de buen animo y predisposicion,habia llegado la hora de la Navidad,la gente andaba alborotada,todos con paquetes en sus  manos,corrian como si el tiempo no les fuera a alcanzar.
En casa se sentia un  olor a comida sabroza,las luces del arbolito me hacian dormir de a ratos,es que  no podia sacar mi vista de ellas,cuantos colores ¡¡¡ cuenta felicidad reflejada en el rostro de la gente.
Esa noche  la mesa estaba mas llena que nunca,probe comidas nuevas,y estaban riquisimas ¡¡ me sentia  mas que feliz,en cierto momento Elvira se acerca con un paquete enorme,obviamente lo abrio ella,pero era algo para mi,una muñeca gigante con los cachetes rojos y pecas a montones,todos  recibieron regalos esa noche.
Mientras miraba a mi nueva muñeca,senti un estruendo enorme,el miedo me invadio una vez mas,que pasaria ahora?? que otra sorpresa me depararia la vida?? comenze a llorar,pero en un segundo Elvira me tomo en sus brazos y nos fuimos a la vereda.
Crei lo peor.
Cuando mire al cielo,quede maravillada,el cielo se iluminaba con  cientos de colores,lo senti como un regalo mas,mire fijamente,no se por cuanto tiempo,y me dormi.

Mi primer Hogar

No se cuanto tiempo transcurrio,siento que mucho,a diario en la parroquia me visitaban personas, que me miraban con ojos de dulzura,casi con compasion diria yo,nunca entendi muy bien por que.
Un dia un elegante hombre de tez blanca,de un porte varonil y una altura considerable,junto a una mujer trigueña,de pequeña estatura,y ojos almendrados,me miraron diferente,sus ojos reflejaban interes,entusiasmo,pero como todos una vez mas,se fueron.
Ya con 6 meses de edad,los vi venir una vez mas,como olvidar sus rostros,si juntos eran como el agua y el aceite.
La hermana Maria empaco mis cosas, y parti junto a esta familia hacia un nuevo hogar.
Todo estaba preparado para mi llegada,un cuarto rosa y un moises reconfortante me esperaban.
Habia juguetes a montones,a veces no sabia cual elejir.
Esta mujer que se llamaba Elvira,me cuidaba dia y noche,saliamos a pasear,y yo amaba esos rayos de sol que acariciaban  mi rostro.
Y este señor,Alberto,trabajaba muchas horas,pero volvia con una enorme y blanca sonrisa a  nuestra casa,todos juntos cenabamos como una gran familia que eramos y al rato nos dormiamos con una paz exquisita.

Donde estoy?

Llegamos a la parroquia,mufando Don Antonio nos esperaba afuera,que grande me parecio ese lugar y muy frio tambien,se acerco a mis "padres" una anciana con una cruz en su pecho,hablaron largo rato,hasta que mis "padres" se fueron,
-Pero? Oigan ¡¡ Aqui a habido un error¡¡ pense
-Seguro vendran a buscarme en un momento.Cosa que no sucedio.
No se cuanto tiempo paso,pero de ahi en mas,vi por mucho tiempo a esas ancianas,con sus cruces en el pecho.
Y a aquella mujer de mirada indiferente,mi "madre" y a aquel hombre de mirada fria,mi "padre",no los volvi a ver,como tampoco senti mas,el calor de la mano de un hermano.
Dentro de todo aquellas ancianas se ocupaban de mi vestimenta,de mi alimentacion y mi aseo,es mas ahi supe lo que era un juguete,una de ellas me obsequio un osito de felpa que aun conservo conmigo,mi gran compañero de aventuras.